Desde hace un largo tiempo, humanos y animales hemos podido y sabido vivir en comunidad. Tan es así que a estos tipos de animales acostumbramos conocerlos como animales domésticos. Están incluidos definitivamente, como parte de nuestra vida diaria.
Al mismo tiempo, mascota es equivalente a tener que lidiar con parásitos, particularmente pulgas. La manera adecuada de tener alejados a estos insectos es manteniendo limpios mascotas y hogar. Y así también evitarás a las pulgas de la cama.
Perros y gatos, amén de otros animales considerados domésticos y nuestras mascotas, llevan en su cuerpo, casi inevitablemente, esos parásitos. No resulta nada alentador, descubrir que tales alimañas se han esparcido por todos los espacios de nuestro hogar. Peor aun es saber que han invadido nuestras camas. Esto hace que sea estrictamente necesario, encontrar la manera de eliminarlas y desterrarlas.
Las pulgas, ¿cómo las podemos eliminar?
Estos pequeños animales son un tipo de insecto que no posee alas. Específicamente, son parásitos hematófagos, se alimentan de la sangre de las mascotas, y hasta de nosotros mismos. En otras palabras, viven a costas de succionar la sangre de sus huéspedes. Tienen la singularidad de trasladarse a saltos de una enorme extensión, si tenemos en cuenta su tamaño. Por esto es que pueden trasladarse, fácilmente, de un huésped hasta otro.
Pulgas de la cama
Si tienes mascotas y sientes picazón en tu cuerpo, tendrás a preguntarte si acaso tienes pulgas en la cama. La pregunta que tienes que hacerte a continuación es cómo te deshaces de ellas. Si descubriste que efectivamente tienes pulgas en tu cama, debes tomar inmediatamente las medidas adecuadas para resolver ese desagradable problema. De otra manera, la presencia de las pulgas puede convertirse en una infestación y convertirse en un asunto de gravedad.
Encontrar pulgas en tu perro, es normal, encontrarlas en las alfombras enciende las alarmas. Pero, lo peor que puede pasarte es la certeza de tener pulgas rondando el lugar más íntimo de tu vivienda. En principio, expulsar estos bichos de tu cama no representa demasiada dificultad.
Por supuesto, te tomará algo de trabajo, pero puedes hacerlo sin incurrir en el gasto de tener que contratar a gente especializada en el asunto.
Pulgas de la cama: sanea a tus mascotas
Si quieres atacar adecuadamente tu problema de pulgas, debes iniciar tu trabajo atendiendo de primero, a tus mascotas. Sabes perfectamente bien que, por lo general, la plaga de pulgas se produce a partir de ellas. Si no crees que sea necesario que las lleves a un veterinario, empieza por adquirir algún producto comercial antiparásitos. Deberás elegir aquel que sepas que garantiza un tratamiento adecuado para con tus animales.
Antes que nada y mientras atiendes el problema, evita que tu animal siga durmiendo en tu cama. En el mercado podrás encontrar uno entre la amplia cantidad de productos útiles tanto para perros como para gatos. Ni bien lo tengas, sigue la recomendación de aplicarlo con la mayor frecuencia, lo mejor sería con una periodicidad mensual. Si acudiste al veterinario, sigue sus consejos para poder alcanzar unos resultados óptimos.
Higieniza tu cama y tu cuarto a fondo
Luego de ocuparte de tus mascotas, es necesario que laves minuciosamente y con agua caliente toda la ropa de cama. Decir “toda la ropa de cama” significa que debes incluir la de tus animales. Las pulgas suelen anidar, preferentemente, en el lugar donde estos duermen. Allí tiene su alimento garantizado. Por supuesto, tienes que hacer lo propio con tu ropa particular de cama.
Retira todas las sábanas, las fundas de las almohadas, las cobijas, los pijamas y pon todo en el lavarropas. Gradúa tus máquinas de lavar y secar en el máximo nivel, esto te será de mucha ayuda. Las pulgas no toleran las temperaturas elevadas. Esto puede ser suficiente para eliminarlas. Sin embargo, la infestación pudiera haberse extendido hasta el colchón. En un caso así, tienes que aspirar a fondo el colchón
En paralelo, aplica alguna sustancia antiparásitos que te ayude a garantizar la limpieza total del espacio en donde reposas a diario.