Las pulgas son pequeños insectos casi invisibles a simple vista pues no llegan a medir más de unos 3mm de largo, además de ser extremadamente escurridizos y con gran habilidad para esconderse donde menos te lo imagines. Los motivos de la aparición de pulgas son muy variados, desde un paseo por el parque, hasta el contacto con otro mamífero infectado.
Pueden ser considerados parásitos, porque aunque pueden vivir mucho tiempo sin un huésped, sí es cierto que necesitan uno, pues se alimentan de la sangre de muchos mamíferos (incluidos el ser humano) y algunas aves.
Zorros, ratas, gatos, palomas, gallinas, caballos y hasta el mismo hombre pueden alimentar a estos animalitos, no importa que tan grande o pequeño sea el huésped, ellas hallarán la manera de infestarlo, y la verdad es que no se les complica mucho hacerlo, pues aunque carezcan de alas, sus patas traseras son muy largas y fuertes y actúan como resortes, permitiéndoles alcanzar gran altura con respecto a su tamaño.
Saltarán varios centímetros en el aire con tal de llegar a la víctima y poder sobrevivir. No necesitan que se den muchos factores para infestarla, un motivo de aparición de pulgas podría ser un simple paseo con tu perro.
Sin lugar a dudas, la presa favorita por excelencia de la pulga es el perro, ya que aprecian un lugar con buena cantidad de pelo y buen flujo sanguíneo, además, que varios tipos de pulgas son capaces de parasitarlos, a diferencia de otros animales. Estos son unos animales muy propensos al contacto con el exterior y por eso se les facilita subirse en la piel rápidamente. Por este motivo, su aparición es más frecuente en los caninos.
Infestación de pulgas en los perros
Si bien es cierto que una pulga puede sobrevivir gran parte de su vida sin alimentarse de sangre, para poder reproducirse sí que es necesario un huésped. Este es un motivo de aparición de pulgas en el perro, pues en el pelo del mismo es donde ponen sus huevos.
Por fortuna o por desgracia, si el animal se sacude esos huevos caerán en donde esté, el problema es que los huevos de las pulgas no necesitan del perro para incubarse, si el huevo cae en una alfombra o sobre tu jardín pronto eclosionarán y se subirán a tu mascota sin pensárselo dos veces, iniciando así un ciclo de infestación y complicando la vida de tu perro y la tuya por consecuente.
Una infestación de pulgas va más allá de una molesta comezón que le pueda causar al animal, sino que además son potenciales propagadoras de otros parásitos y enfermedades, que pueden afectar tanto a tu perro como a ti, como por ejemplo la lombriz Dipylidium caninun o el tifus, sin contar el riesgo de que tu amigo pueda contraer anemia, recuerda que las pulgas se alimentan de su sangre.
¿Cómo evitar la aparición de pulgas?
Ya que el perro mantiene contacto directo con el ser humano, es difícil que él no se vea afectado por estos insectos, por eso debemos estar atentos y ser precavidos.
Para evitar el contacto con las pulgas se puede simplemente velar por el orden y la higiene en nuestro hogar, limpiar muy bien rincones y alfombras periódicamente, también vigilar la cama del perro o hasta la nuestra; si tenemos jardín, igualmente, tener los cuidados adecuados.
Además, es muy efectivo el uso de repelentes, puedes ir a comprar uno o utilizar alguno natural, por ejemplo el aroma a lavanda, pues este es un efectivo repelente contra las pulgas y además tu casa olerá muy bien.
Si sales mucho con tu perro es recomendable el uso de algún antipulgas, ya sea un collar, o sustancias externas o inyectables, que eviten la propagación de estos insectos sobre tu amigo. No olvides tampoco la higiene de tu perrito, un baño periódicamente, y si se puede, con un shampoo especial antipulgas lo mantendrá protegido, o por si alguna razón ya las tiene, este las matará de inmediato.