De tiempos muy remotos, los animales domésticos forman parte de nuestra vida cotidiana. Estos animales tienen una denominación agradable: mascotas. Es casi imposible imaginar un hogar sin ellas. Al mismo tiempo, una mascota casi es sinónimo de parásitos. Las pulgas son unos de estos. Son diminutos insectos que viven de nuestras mascotas, y hasta de nosotros. Para evitar que te afecten necesitas conocer sus características de las pulgas y sus modos de vivir.
Forma de vida de las pulgas
Estos pequeños animales son un tipo de insecto catalogado como áptero, o sea, un insecto que no tiene alas. Esencialmente, son parásitos que se alimentan de la sangre (hematófagos) de las mascotas. En otras palabras, viven a expensas de nuestros animales. Tienen la singularidad de que se desplazan a través de saltos de una enorme extensión, si tomamos en cuenta su tamaño. En razón de tal peculiaridad, es que pueden mudarse, fácilmente, desde un huésped hasta otro.
De este insecto se conoce, una extensa variedad de especies diferentes. Muchas de estas especies, están consideradas como significativamente peligrosas. Variedades específicas de pulgas son capaces de transmitir a los seres humanos, algunas enfermedades calificadas como de mucha gravedad. Entre estas enfermedades, podemos señalar el tifus, la terrible peste negra, también llamada peste bubónica y también, las tenias.
Características de las pulgas
Su tamaño puede oscilar entre 1,5 y 3,3 mm de largo y son increíblemente ágiles y rápidas. Cuando maduran, disponen de un aparato bucal compuesto por una especie de conductos adaptados al trabajo de absorber su alimento. Su alimentación, como te dijimos, consiste en la sangre que chupan de los animales en los que se alojan.
En su mayor parte, estos animales tienen una coloración oscura que varía entre el rojo, el ocre y el marrón. Su cuerpo es estrecho (o comprimido), hacia los lados. Por otro lado, ese pequeño cuerpo es brillante, duro y resistente. Está cubierto de una especie de pelos o espinas ordenadas hacia atrás. Esta disposición hace posible que se muevan fácilmente entre la pelambre o el plumaje de su huésped.
La rigidez de su cuerpo le permite soportar la potencia de las uñas de los animales cuando se rascan. Soporta inclusive, la fuerza de los dedos humanos. Tiene tres o cuatro grupos de patas de las que, las traseras, están adaptadas para saltar. Sus sorprendentes saltos pueden extenderse de manera impresionante. Llegan a alcanzar los 18 cm en sentido vertical y hasta 33 cm en dirección horizontal. Esto representa 200 veces el tamaño total de estos insectos.
Reproducción
Estos diminutos insectos están clasificados como holometábolos. Esto quiere decir que las pulgas consiguen desarrollar una transformación completa. Llevan a cabo un proceso vital sistemático, desde que son simplemente un huevo. A partir de ahí, pasan por los estadios de larva y pupa hasta alcanzar el estado adulto.
Es normal que, desde que la hembra se alimenta de su huésped, empieza el proceso de desove. Durante este proceso, alcanza a depositar, cada día, entre 15 y 20 huevos sobre el animal donde se aloja. En adelante, y en condiciones óptimas, pueden transcurrir entre seis días y dos semanas para que el insecto alcance su madurez.
El hábitat de las pulgas
Cuando oímos que se habla de pulgas y bichos similares, siempre nos vienen a la cabeza las mascotas, sobre todo en los perros. Todos sabemos que, por lo regular estas alojan en su piel, de manera involuntaria, a tal tipo de alimañas. Por supuesto, inmediatamente pensamos en las distintas maneras como estos desagradables insectos pudieran afectarnos.
Estos insectos pueden alojarse en seres vivos, siempre que sean de sangre caliente. En cuanto a nuestro ambiente, las encontramos alojadas en los animales domésticos. Los perros y los gatos, son sus “anfitriones” más habituales. Incluso los humanos no escapan a su actividad predatoria. Mientras no han alcanzado su adultez, pueden sobrevivir variados ambientes. Lo hacen en superficies de tierra u hormigón, igualmente en muebles, camas, césped, etc.